HELENA Luis
Britto García
Un papagayo se hace con papel
y verada. Los demás niñitos decían que yo estaba enamorado de Helena. Se toman
las veradas se ponen en cruz y se amarran con pabilo. En realidad lo que yo
hice fue que no dejé que le pegaran una vez que la encontramos en el cerro. En
las puntas de las veradas hay que hacer rajaduras con yilé para que se pueda
amarrar el pabilo. Tirarle piedras y pepas de mango a las viejas y a las putas
estaba bueno pero dígame usted pegarle a una carajita. El pabilo se amarra en
las veradas y se forma como un cuadro, y si uno le pone más veradas, como un
barril como una rueda. Entonces me cantaban Rafucho tieneee nooovia. El papel
mejor de seda pero hay que robarlo en la quincalla si no se puede mejor de
periódico. Y taaambién es puuuta. El engrudo se puede hacer con harina pero
mejor robarle la goma a los niñitos que van a la escuela. A Manuelito le di un
coñazo desde entonces me cantaban nada más hasta tieeene nooovia. Mejor echar poca
goma para que no forme grumos. A las putas sí, pero qué culpa tenía la carajita
de que la tuvieran en el burdel para que pasara la coleta. El papel que quede
bien prensado si no al coger el aire se rompe. Mejor apedrear carros robarse
las gallinas de los ranchos espichar los cauchos de los camiones. Hay que dejar
huequitos para amarrar las guías. Aquel año fue cojonudo el italiano de la
bodega se volvió loco y apuñaló al cuñado todos vimos cuando se lo llevaron
preso. Las guías se miden de lado a lado del papagayo y de la cola. La policía
mató por la espalda a un obrero que le decían activista. La cola se puede hacer
de trapo. Ya me tenía arrecho lo de Rafucho tiene novia. El largo de la cola
depende del tamaño del papagayo y del viento. En el farallón del cerro donde
volábamos papagayos estaban instalando los cables de la luz eléctrica. Las
yilés se pueden instalar a los lados, pero son más efectivas en la cola. En la
tarde después de mentarle la madre al bodeguero subíamos con los papagayos y
comenzábamos a esperar la brisa. Las yilés se pueden robar en la botica se
pueden recoger las viejas que botan al suelo o se pueden comprar con la plata
de los mandados pero entonces a uno lo pelan. Al soplar la brisa volábamos los
papagayos y los hacíamos embestirse para que las yilés cortaran el pabilo.
Instaladas las yilés la cosa es tener noción de maniobra. Aquella tarde tiré mi
papagayo contra uno de papel rosado, grandote. Es necesario soltar guaral,
recoger guaral, la cola da después el latigazo. El papagayo rosadote cayó y fue
a dar al darajo sobre los techos de la policía, yo entonces embestí uno azul,
muy movedizo. Dado el latigazo se debe coger altura otra vez, si no a uno lo
peinan. El papagayo azul cayó dando vueltas como sacacorchos como rabo de
cochino el dueño me gritaba y yo decía trancao y recogí una piedra por si
acaso. La ventaja de la cola está en que como ondula mucho aumenta la movilidad
del papagayo pero existe el riesgo de que se corte ella misma. Corté otros dos
papagayos, el segundo muy difícil, un barril amarillo que casi me cortó el
pabilo a mí pero que de todos modos se vino pabajo y le cayó en la batea a una
vieja. Si las hojillas se mellan, afilarlas dentro de un vaso. Cogí altura, le
corté el hilo a otro papagayo rosado pero más chiquito y maniobrero que cayó
cerca de los cables. Al aumentar el viento soltar cabuya. Mi papagayo, solo
sobre el cerro, hacía ochos como loco, todos los demás cortados o recogidos. Si
el viento disminuye recoger cabuya. Solo no, mentira, una cosita blanca como
una pantaleta volaba meneándose como con calambrina a la derecha al reflejar el
sol casi parpadeaba. El mejor ataque tirones largos combinados con soltadas de
cabuya cortas. Señor, casi sin mirar hubiera podido decir que aquella basurita
blanca la estaba volando Helena. El descenso debe ser rápido pero no mucho
porque revienta el guaral. Aquel tironear el hilo aquel declarar que mientras
los demás huían ella estaba protegida aquel mirarme como si de verdad Rafucho
tiene novia como si de verdad. La maniobra evasiva, soltar pabilo, descender lo
más posible, con sesgos. Di tirones fuertes, para que mi papagayo picara. El
efecto de la yilé se multiplica por los tirones, trabaja como un látigo o mejor
una guadaña. “Helena, comprendiendo, mirándome aún, comenzó a soltar pabilo. Un
ataque que falla debe ser repetido inmediatamente utilizando el impulso para la
nueva embestida. Aquel mirarme y soltar pabilo, mirarme y soltar pabilo, como
si olvidara todo lo demás, hasta la tierra de los piececitos desnudos hasta los
mocos cuajados en las mejillas. El peligro de la maniobra evasiva es el cable
eléctrico. Fue un retorcerse, fue un salto. El perseguidor debe tratar de
evitar caer en el cable en donde ha dado el perseguido. Pero no tiré para
elevar mi papagayo, solté el pabilo, corrí hacia el cuerpecito fulminado de
Helena hacia el cual corrían los demás niños, el papel fue a juntarse al papel
en las líneas de alta tensión, hubo otra chispa fea, azul, un rumor, y los
papagayos se consumieron juntos en su alto nido, en una crepitación de arrullo.
(De:
Rajatabla, Ediciones Bárbara. Caracas, 1970, pp. 7-9)
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